Mi historia:

¿Cómo puedo acompañar a más personas a llenar sus casas de amor y vivirlas?

Una pregunta que me abrió un camino de acompañamientos transformadores.

Entonces llegó lo que nos encerraría a todos en nuestras casas meses enteros. Mientras yo me sentía tranquila y hasta feliz por estar en mi casa, rodeada de todo lo que amo, escuchaba como se quejaba la gente de estar en su casa.

Me sentí como si hubiese encontrado la fórmula secreta de una pócima mágica.

Hace unos años, vivía en Lima y me invitaron a una charla que cambiaría mi vida para siempre. Conocí a la creadora del House Coaching, una nueva forma de trabajar las casas. Nos explicó que se puede mejorar la vida de las personas combinando el diseño interior con el coaching y que más allá de la estética y la comodidad, las casas, pueden tener el propósito de ayudar a sus habitantes a crear la vida que realmente quieren.

Las dos cosas que más me apasionan,

el diseño interior y el desarrollo personal se fusionaban delante de mí. Ese encuentro hizo que la brújula de mi vida personal y profesional apuntara en la dirección correcta. Posteriormente vinieron meses de mucho trabajo interno y externo. A través de trabajar con mi casa pude hacer realidad lo que realmente quería, pero que estaba muerta de miedo de hacer, volver a Mallorca después de siete años viendo en Perú.

Los últimos meses en Lima fueron agotadores, entre despedidas y proyectos interminables, llegué a Mallorca exhausta, en duelo por la vida que acababa de dejar y una inmensa sensación de soledad apareció con intensidad.

Sabiendo que con cada cambio que hacía en mi casa, me ayudaba a mi misma.

El mismo proceso de transformación que apliqué a mi casa de Lima, lo utilicé con mi piso de Palma. Sabiendo que con cada cambio que hacía en mi casa, me ayudaba a mi misma, no dudé en ir reemplazando los suelos, los muebles, el colchón, las cortinas, la iluminación y toda la decoración. Hice mucha limpieza externa y eso me ayudó a soltar lastre interno, y poco a poco, más ligeras, ambas fuimos cambiando y brillando cada vez más. Más conectada con mi casa, cada cosa que iba introduciendo en mi casa, aportaba mucha energía a mi vida.

Las dos cosas que más me apasionan,

el diseño interior y el desarrollo personal se fusionaban delante de mi. Ese encuentro hizo que la brújula de mi vida personal y profesional apuntara en la dirección correcta. Posteriormente vinieron meses de mucho trabajo interno y externo. A través de trabajar con mi casa pude hacer realidad lo que realmente quería, pero que estaba muerta de miedo de hacer, volver a Mallorca después de siete años viendo en Perú.

Los últimos meses en Lima fueron agotadores, entre despedidas y proyectos interminables, llegué a Mallorca exhausta, en duelo por la vida que acababa de dejar y una inmensa sensación de soledad apareció con intensidad.

Sabiendo que con cada cambio que hacía en mi casa, me ayudaba a mi misma.

El mismo proceso de transformación que apliqué a mi casa de Lima, lo utilicé con mi piso de Palma. Sabiendo que con cada cambio que hacía en mi casa, me ayudaba a mi misma, no dudé en ir reemplazando los suelos, los muebles, el colchón, las cortinas, la iluminación y toda la decoración. Hice mucha limpieza externa y eso me ayudó a soltar lastre interno, y poco a poco, más ligeras, ambas fuimos cambiando y brillando cada vez más. Más conectada con mi casa, cada cosa que iba introduciendo en mi casa, aportaba mucha energía a mi vida.
El mundo que conocíamos se desdibujaba, así que yo decidí sacar los botes de pintura y llené de mis colores favoritos las paredes de mi casa. Cuanta más confusión y oscuridad parecía haber fuera, más claridad y esperanza sentía dentro de mi casa. La transformación que había empezado hace cuatro años al regresar a ella, parecía que se completaba en esos meses y por fin desapareció ese profundo sentimiento de soledad.

Mientras aplaudía desde el balcón pensaba en el poder de la decoración y, me confirmaba a través de los zooms de las charlas que asistía, que a la mayoría de las casas les falta amor.

Habiendo comprobado, durante más de quince años como diseñadora de interiores, cómo influyen nuestras casas en nuestro bienestar me empecé a preguntar:

¿Cómo puedo acompañar a otros a que diseñen desde adentro, esos espacios que los llenarán de amor, equilibrio, tranquilidad y motivación?

¿Qué más es posible para vivirnos en armonía dentro de nuestra casa?

¡NACIÓ MI METODO DISEÑA TU INTERIOR!

VANESSAMATAS-5364
El mundo que conocíamos se desdibujaba, así que yo decidí sacar los botes de pintura y llené de mis colores favoritos las paredes de mi casa. Cuanta más confusión y oscuridad parecía haber fuera, más claridad y esperanza sentía dentro de mi casa. La transformación que había empezado hace cuatro años al regresar a ella, parecía que se completaba en esos meses y por fin desapareció ese profundo sentimiento de soledad. Mientras aplaudía desde el balcón pensaba en el poder de la decoración y, me confirmaba a través de los zooms de las charlas que asistía, que a la mayoría de las casas les falta amor. Habiendo comprobado, durante más de quince años como diseñadora de interiores, cómo influyen nuestras casas en nuestro bienestar me empecé a preguntar: ¿Cómo puedo acompañar a otros a que diseñen desde adentro, esos espacios que los llenarán de amor, equilibrio, tranquilidad y motivación? ¿Qué más es posible para vivirnos en armonía dentro de nuestra casa?

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